martes, 28 de febrero de 2023

 

Me solicitan un texto de adhesión al homenaje que se quiere dedicar a Leonor Merino en relación con Marruecos.

Aunque no me encuentro, ni física ni intelectualmente, en uno de mis mejores momentos, no quiero dejar de participar en él y de dejar así en constancia del afecto y consideración que tengo a Leonor. Y lo hago, además, para afirmar expresamente que se trata, en mi opinión, de un homenaje merecido y debidamente fundamentado.

Sencillamente: Leonor Merino se merece sobradamente este reconocimiento. No se trata en absoluto, como ocurre otras veces, de algo circunstancial y de conveniencia.

Desde el primer momento que conocí a Leonor y hablé con ella, hace ya bastantes años, en mi despacho de la Universidad Autónoma de Madrid, tuve la sensación de que esa mujer de aspecto tan frágil y quebradizo, poseía una fuerte personalidad y una voluntad poco menos que inquebrantable. Como se trata demás de alguien que no puede estar oculta ni inactiva, marginada, sino que explica sus preferencias y defiende sus intereses con firmeza, su cuota de protagonismo, Leonor Merino encuentra en las culturas y en las sociedades menos reconocidas y más marginadas un permanente motivo de reivindicación, de valoración y defensa, rechazando con firmeza los olvidos e ignorancia que cercenan sus valores culturales.

En ese injusto espacio se suele situar Marruecos, y de ese injusto espacio hay que rescatarlo. En ese empeño está desde hace tiempo comprometida Leonor Merino.

Leonor posee también una cualidad -o mejor, un conjunto de cualidades- sumamente meritorias: es una gran trabajadora. En ella no hay que ponderar solo el esfuerzo intelectual, la pasión literaria y la capacidad creativa, sino también el trabajo continuo y acumulado, la enorme capacidad de estudio y análisis que posee.

            Por ello, como dije al principio, está absolutamente justificado este homenaje. Y por ello manifiesto yo mi adhesión al mismo.

 

PEDRO MARTÍNEZ MONTÁVEZ 

Profesor Emérito y

Ex - Rector de la Universidad Autónoma de Madrid

 

 

lunes, 13 de febrero de 2023

 

"La obra de Leonor Merino

Una travesía de amor entre Occidente y Oriente"

 



 

Leonor Merino

Del amor engarzado. Travesías literarias Occidente-Oriente

Diwan Mayrit en 2022, 904 p. [ISBN: 978-84-18922-05-3]  

 

 

Como gran amante del Mundo árabe y del Magreb, Leonor Merino ha dedicado horas y horas a esta parte del planeta, sirviéndonos de guía gracias a sus investigaciones, publicaciones, ponencias en numerosos foros y encuentros, en las travesías que emprendió en el camino de la literatura y haciéndonos partícipes del amor, de su amor, entre Occidente y Oriente.

Confirma ella misma estos lazos que la atan a estas literaturas árabes magrebíes: “Leo mis primeros trabajos, de los albores del año 90 del siglo pasado, y constato que sigue viva mi vocación, enclavijada en el alma, por estas literaturas árabes magrebíes.
Si de nuevo tuviera que repetir aquellos pasos arduos y solitarios, pero con la esperanza
siempre puesta en ellos, pondría la misma efusión, la misma mística, la misma búsqueda infatigable. Puesto que mi pasión por estas escrituras, por una lengua poética y por los estudios comparativos, no ha cambiado un ápice.” Y es lo que ha hecho al publicar su libro Del amor engarzado. Travesías literarias Occidente-Oriente, editado por Diwan Mayrit en 2022.  

Este último libro es, por el momento, la obra de sus obras porque es una compilación de sus trabajos. Es el archivo donde la autora almacena “gran parte” de sus numerosos escritos e investigaciones. Son 900 páginas que reproducen ponencias y artículos escritos en castellano y en francés, en función del país y del público a los que van dirigidos, y que ilustran fotos de encuentros y congresos, de cubiertas de libros y carteles de películas. Son una especie de biblioteca donde inspirarse para una investigación y de donde sacar valiosas referencias sobre escritores, hombres y mujeres del Magreb, personalidades intelectuales, grandes investigadores, fruto de su propio trabajo al que añade una amplia y diversificada bibliografía.

Leonor Merino organiza esta ‘biblioteca’ en varios compartimentos. Además del prólogo de la profesora arabista María Jesús Viguera Molins, y de una “confidencia” personal sobre los motivos que le han llevado a producir este libro, Leonor Merino dedica un gran apartado a “Autores magrebíes” donde aborda la creación literaria de escritores marroquíes, argelinos y tunecinos (pp.19-378); en el apartado “Otras escrituras en este tiempo árabe y africano”, realza el mérito de varios escritores y el reconocimiento internacional que les ha sido otorgado con premios como el Nobel o el Príncipe de Asturias de las Letras, entre otros (pp.379-468); en un tercer apartado que titula “Lealtad”, estudia y rinde homenaje a grandes especialistas y críticos del mundo literario árabe y magrebí (pp.469-555); en “Broche” (557-573) y “Otras ponencias” (575-789) aborda temas diversos sobre relaciones conflictivas, migración, choque de civilizaciones, literatura y traducción... En las últimas cien páginas (791-902) de su libro, la autora se acerca a la producción cinematográfica del Magreb aportando un máximo de información y fotos sobre esta otra faceta de su producción artística que va de la mano con la producción literaria.

En realidad, Del amor engarzado. Travesías literarias Occidente-Oriente, no es más que un complemento a sus anteriores libros. En efecto, el interés de Leonor Merino por el Magreb y su gran conocimiento por su cultura y literatura se ve perfectamente reflejado en su libro Encrucijada de literaturas magrebíes, editado por la UNED en 2001, donde ella es la portavoz de la literatura magrebí de expresión francesa o francófona en España. Este libro, pionero en la materia, recoge a los clásicos de los tres países del Magreb y es un primer soporte documentado para los estudiosos y universitarios españoles. De hecho, en el prólogo a este libro, el gran arabista Pedro Martínez Montávez no solo alaba el lado de investigadora de la autora cuando se adentra en esta literatura, sino que subraya que sabe “tratarla, entenderla, interpretarla, sin merma alguna de sus valores, sus significados, su belleza” y es por ello que invita a leerlo, considerando que es “un libro importante que empieza a aliviar grandes carencias de nuestro programa bibliográfico”.

Leonor Merino no se contenta con este primer libro, lo completa más tarde con otro, a mi parecer imprescindible, publicado por Cantarabia, en enero de 2010, bajo el título La mujer y el lenguaje de su cuerpo (voces literarias del Magreb).

En este libro, partiendo de las mujeres como escritoras, y también como sujeto y objeto de escritos realizados por autores masculinos, la autora hace un repaso general y casi completo de lo que es la sociedad magrebí a través de sus momentos históricos más relevantes y sus rasgos culturales, psicológicos y sociológicos, todos ellos ilustrados por textos literarios. Nos ofrece un análisis perspicaz y empático de lo que son y de cómo son los magrebíes.

Digo análisis perspicaz, porque en este estudio que le ha llevado años de investigación, ella se ha detenido a leer entre las líneas una profusión de libros de escritores, los ha comprendido y se ha compenetrado plenamente con ellos hasta el punto de ser –de alguna manera– su intérprete. 

En la segunda parte de este importante libro, la autora dedica un capítulo titulado “Cadena de mujeres magrebíes quiebra las máscaras” a las escritoras, dejando al descubierto unos rostros de mujeres que ya no quieren ocultarse y se atreven a hacerse visibles mediante su militancia literaria, desvelándose a través de la palabra y la escritura, a través de un “yo” narrador valiente. La autora nos hace ver cómo en su escritura destaca la lengua expresada por el cuerpo, una lengua que acompaña las demás lenguas y que refleja el dolor que sufre el cuerpo pero que va evolucionando hacia una expresión más abierta y más libre que rompe con el tópico de mujer enclaustrada.

Leonor Merino nos invita así a descubrir a escritoras de tres países del Magreb: unos “Rostros marroquíes solidarios”, unos “Rostros argelinos admirables” y unos “Rostros tunecinos imparables”. En esta parte cita y habla de mujeres que han contribuido a hacer su propia historia y la historia de su país, tanto en lengua árabe como en lengua francesa. Los títulos de estas tres partes, ella los convierte en versos en su poema “Primavera árabe” en su poemario Mi voz Estelas en tu cauce:

 (…)

Entereza femenina ofrecida en ficciones

Memoria del pasado iluminando el presente

                        Eslabones de voces

                        Lianas lanzaderas

Tapicería de ecos.

 

Rostros argelinos admirables

Rostros marroquíes solidarios

Rostros tunecinos imparables.

El objetivo de Leonor Merino es dar a conocer la literatura magrebí en España con estas obras, pero más allá de esta intención informativa y académica, lo que quiere es mostrar el lado humano y el valor artístico y literario de los escritores magrebíes así como las similitudes existentes entre las sociedades del Magreb y las del resto del entorno mediterráneo, apelando a la necesidad de tender puentes o “alcántaras”, como lo subraya ella misma, entre las dos orillas para un entendimiento y una comprensión mutua.

La estudiosa y académica Leonor Merino es también la poeta autora de tres poemarios editados por Diwan: El Soplo de la Vida el polvo de la Tierra (2016);  Mi voz Estelas en tu cauce (2018) y Sed para asombrar al Agua (2020).

En los tres libros su prologuista, Encarna León, presenta las partes de cada uno de ellos haciendo hincapié en su estructura, analizando los temas tratados y alabando el estilo de la poeta. En los tres poemarios resalta el tema del amor: un amor plural, a los padres, a los hijos, al amante y también el tema del desamor... de la esperanza, a pesar de la presencia de la muerte que no es más que el final de la vida, “dulce paz / involuntaria ausencia”, “Vivir aprender a morir”... porque “Alegría y dolor / a la par. / Risa y sollozo, / la entonación.” (El Soplo de la Vida el polvo de la Tierra).

En los tres poemarios está presente la figura de la mujer; en el siguiente poema, la mujer es la madre procreadora, amante y consoladora:

 (...)

Madre de hoy siempre trillada

de primaveras surcada

fértil tierra duradera

llorando silencios breves

aceptas sufres pares

los ojos de luz radiantes

la boca de canciones llena

acunas meces duermes

a la flor de tus entrañas. (El Soplo...)

En este otro, denuncia el feminicidio:

            Golpes al estómago cada vez

-son ya muchas-

Escuchando la voz de metal

En ondas hertzianas:

El 016 no deja rastro en la factura... (Sed para asombrar el agua)

Personalmente, además de expresar mi admiración por la profunda sensibilidad de la autora, por su manejo del lenguaje poético, su dominio sobre la palabra y la sutileza con la que la emplea, me llama la atención el homenaje que ella rinde a escritores y poetas del mundo. En su libro Mi voz Estelas en tu cauce, dedica una especial atención cargada de afecto a los del Magreb. En la parte “Paisaje humano” ofrece un poema, por orden de aparición, a Dris Chraïbi, Fatima Mernissi, Abdelkebir Khatibi, Abdellatif Laâbi, Isabelle Eberhardt, Taos Amrouche, Rachid Boudjedra, Tahar Djaout, Assia Djebar, Ahlem Mosteghanemi, Malika Mokeddem y Tahar Bekri, despertando así curiosidad en los lectores e invitándolos a descubrir o a re-descubrir figuras tan importantes de la literatura del Magreb, sin embargo, muchas veces ausentes del panorama literario universal.

Su conocimiento de esta región le permite unir y reunir los mundos, desplazándose de Occidente a Oriente con total soltura, sin prejuicios ni perjuicios, simplemente con objetividad y una perspicaz observación. En este sentido, quiero destacar la agudeza con la que aborda algunos temas propios como, por ejemplo, el uso de la lengua francesa por muchos escritores magrebíes, sin incriminarlos –como lo han sido en varias ocasiones–, más bien mostrando su comprensión del momento y del contexto que les obligó a utilizar esta lengua en vez de la suya propia como modo de expresión multicultural, como mera herramienta capaz de transmitir su pensamiento, sus sentimientos... Dice en su poema “Literatura Magrebí // Grafía Francesa”:

Naturaleza doblemente dispar:

                        al Maghrib-poniente

            signos en lengua no materna

            sino escolar-colonial-francesa

 

            Páginas fluyen con sabor a infancia.

            Nacimiento de algarabía sonora.

            Sociedad aborigen de mitos, proverbios:

            textura de amor

                                    desgarro

                                               fraternidad

                        perfume de espiritualidad

                        tono iconoclasta.

 

            Alforja de lecturas occidentales

            textos árabes

                        musulmanes

            sacros profanos

            desazón político-social

                        en el potencial humano.

 

                                               Lejos

                                    la torre de marfil

                        la calafateada nave de escritura.

 

                                               Escotilla generosa

                                    de ensoñación estampada.

La obra de Leonor Merino permite descubrir, a quienes no la conocen, y confirmar, a los que la conocemos, su afán de analizar lo más profundamente posible cada tema que aborda y cada escritor que estudia, mostrándonos quiénes son ellos y ellas, y desvelando, al mismo tiempo, a través de sus enfoques y análisis y a través de sus versos quién es esta mujer que mediante sus travesías literarias derriba los muros que separan Occidente de Oriente.

 

Souad HADJ-ALI MOUHOUB