En
el espacio cultural EVA (Madrid), “Arte Total" se reúne con Poesía/Música, en el
70 aniversario de la “Declaración Universal de Derechos Humanos”.
A cada poeta se le asignó un artículo:
acto que fue grabado y será enviado a la “Organización de Naciones Unidas”.
A cada poeta se le asignó un artículo:
acto que fue grabado y será enviado a la “Organización de Naciones Unidas”.
Me corresponde:
Artículo 7 - Declaración Universal de Derechos Humanos
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual
protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal
discriminación.
Gracias por la atención prestada a mi texto y Poemas:
Al restringirse -circunscribirse-
al espíritu de esa letra, entiendo que el mencionado artículo contiene el
derecho a la igualdad en la aplicación de la Ley y por tanto a la no
discriminación, seas quien fueres. Más favorablemente, se viene añadiendo, al
puro principio formal de igualdad ante la ley, una directriz o inspiración en
la creación de leyes que pueden vulnerar formalmente el principio de igualdad, y
con el fin de proteger a los desfavorecidos: la llamada discriminación
positiva.
Así, a los discapacitados, a los
desfavorecidos, se les puede / se les debe primar en aspectos que les faciliten
el acceso a determinadas oportunidades, porque parten de situaciones desfavorables.
Puesto que, de nada vale proclamar “formalmente”, en una ley, que todos tienen
derecho a un tratamiento médico especializado o a una atención jurídica si
carecen de medios materiales o si están alejados, geográficamente, de esa
protección.
Sin embargo, ¿se puede criticar o replantearse la “Declaración Universal de
Derechos Humanos”?
Legítimamente,
una puede plantearse la pregunta, cuando se escucha el concierto de alabanzas
que, habitualmente, se dirige a esta célebre resolución votada por la “Asamblea
General de la Organización de Naciones Unidas”, el 10 de diciembre de 1948.
En el
coloquio del 50 aniversario (1980), la presidenta de la República de
Irlanda, apoyada por el “Partido de los Trabajadores” (entre otros partidos),
confesó el inmenso fracaso que representan las violaciones de los derechos
inscritos en la “Declaración”, puesto que la ONU estima en más de dos millones
el número de niños muertos en el curso de ese decenio ya transcurrido.
Hay que recordar, por solo poner
un ejemplo, las atroces violaciones en los derechos del hombre, cometidos en la
antigua Yugoslavia:
"milicias serbias masacraron a
la población bosnia musulmana frente a las propias fuerzas holandesas
encargadas de proteger esa ‘zona segura’, libre de ataques y otras
acciones hostiles": según la Resolución 819 del Consejo de Seguridad”.
Actualmente, la Franja de Gaza
sufre un bloqueo asfixiante que no permite la entrada de medicamentos, alimentos,
combustible, etc. Durante estos años de bloqueo, tres ataques militares
israelíes de gran magnitud se desencadenaron, con balance catastrófico en vidas
humanas y en destrucción de infraestructuras y viviendas civiles. Por lo que su
población está viviendo en condiciones paupérrimas.
Luego, tratar de recrear / poetizar sobre el
mencionado artículo, a menos que “teja” situaciones reales “candentes” (recogidas
en mis Poemarios y varias Antologías) y no abstractas, pero, sobre todo, cuando
mi formación intelectual no es jurídica, me produce, como poco, sonrojo y temor
a caer en vocablos manoseados que ya pierden su esencia primigenia, como
“interculturalidad” o “ciudadano del mundo”, en ciertas comunicaciones
periodísticas o entidades condicionadas por la
imagen de cómo quedarán sus opiniones, en el ambiente del que se alimentan,
además de no tener en cuenta la diversidad de los pueblos y de las culturas que
quedan sobrepasadas por un universalismo abstracto.
Siendo lega en la materia, puedo entender que
si se desea promover los “Derechos del Hombre” es preferible tener en cuenta la
realidad, que podría ser la de un orden internacional interestatal; sin embargo,
leo o constato que existen grandes dificultades, que enfrentan a las políticas,
para asegurar un “orden mundial”, frente a las políticas de orden interestatal:
la intención frustrada y la parálisis de la comunidad
internacional ante el conflicto de Siria, que a la fecha -según datos de la ONU-
ha causado más de medio millón de muertos, así como existen más de 6
millones de personas desarraigadas en este país y más de cinco millones de refugiados en países vecinos, principalmente en el Líbano, Turquía, Jordania y también en toda Europa.
Ejemplos, en diferentes partes
del mundo, no solo cuestionan la personalidad jurídica sino la libertad, que no
se puede ejercer sino se reconoce la anterior.
¿Estamos, por tanto, en la era de la posverdad?:
“mentira emotiva”, definida como “contexto cultural e histórico en el que la
contrastación empírica y la búsqueda de la objetividad son menos relevantes que
la creencia en sí misma y las emociones que genera a la hora de crear
corrientes de opinión pública” (Arturo Torres, “La post-truth es un contexto en
el que no importa si los hechos son verdaderos o falsos”)
Tengo un gran conflicto interno, cuando
aprehendo la realidad que golpea mis creencias / mis entrañas:
Es
decir: ¿existe la defensa de un orden que proclama esa “defensa” de los pueblos
o más bien un orden en base al amparo de intereses?
Ante ese interrogante, se produce en mi
interior una pugna cuando cierta realidad choca con mis planteamientos, en la
búsqueda de la igualdad, en un mundo donde los derechos se conviertan en hechos.
Cuando vislumbro ese cauce de aguas turbias
-que me dañan-, procuro no bañarme en él.
Mi solidaridad, en búsqueda de la “EMPATÍA”, siempre
ha sido con las “MINORÍAS - MAYORÍA DE ESTE MUNDO”
EMPATÍA
(Leonor Merino, Biblioteca de las Grandes Naciones -edita Xavier Susperregi-, “Antología-Pobreza”
2018, pp. 190-196; traducción al árabe Saïd Alami; cuadro de María Esther: “Sueños compartidos”)
Cuento hasta cuatro
-uno dos
tres cuatro-:
un niño acaba de morir en el mundo
-se violan
derechos humanos-.
Escalofrío
sorpresa
en la fabulosa era técnica.
Desde
la empatía descubro la pobreza:
me afecta
me duele.
Entiendo
la pobreza
si veo
seres humanos con dignidad:
el 20%
de la población más rica del mundo
acapara
el 80% de la producción universal
-se agranda el foso: la
desigualdad aumenta-.
Chirría
una alcantarilla:
la
cabeza infantil asoma,
ratón
saliendo a la luz
retorcido
el vientre de hambre
-su hábitat: cloaca de
la ciudad populosa-.
Por el
oscuro muelle del puerto
adolescentes
se alquilan:
unas
monedas en ayuda familiar
-principal “clientela”:
turismo occidental -.
Desharrapados
menores
trabajan
en fábricas sofocantes
-que incineran sus
excedentes-.
En el
entorno donde señorean las balas:
circunda
a los niños el olor/color de la sangre
-intangible en
televisión-.
¡Cuánta
atrocidad/violencia/indignidad!
Carece
el pobre de lo que sobra al rico.
Muchas cosas le faltan al pobre
“al avaro, todas”
-sententia
Publio Sirio-.
Desde
una moral de empatía,
todos estamos implicados:
Manos unidas por la igualdad
en lugar de agitarlas
para herir/separar.
***
MINORÍAS
MAYORÍA DE ESTE MUNDO
(Leonor Merino, Biblioteca
de las Grandes Naciones -edita Xavier Susperregi-,
“Antología-Palestina”,
2018, pp. 118-121; traducción al árabe Jalil Sadaka)
Decir
nosotros antes que yo
Poeta:
raíz
arrancada de cuajo
latente
dolor del destierro
olor
al pañuelo de Madre
“pita” al calor de la brasa
abanico de luz el patio
eco
inocente al brocal del pozo
amor
de primavera entre aroma de azahar
–Al Media, Illar, Al Salta–.
Mas
ya una espina sionista se clava
en
la entraña del mundo árabe
–vetusto
terruño–.
Botas
hollan el suelo expoliado
buldóceres
destruyen hogares
–mirada infantil en espanto–:
sangre
de mártir el heno regando
corolas
de narcisos acogen el crimen
–franja de Gaza, “Bayarat al-maut”–.
Alto
de la colina,
fiera
ondea la bandera cuatricolor
entre
cercas sin olivos ni naranjos
agua
y luz expropiadas
–Yafa, Haifa, Yalil–.
“Al
Bustan” de Jerusalén milenario granero
“Alhambra”
de Um Kulzum escenario
“Ma´manullah” vestigio
de mausoleo
¿qué
habéis devenido?
Al
alba,
aullando
el grito tu nombre
–que es coraje–
Palestina,
se
deshilacha el muro
y
cada planta injertada es resistencia.
Muere el Poeta.
Alumbra
la Poesía,
música,
sonido
allende
la palabra.
***
Recordemos las palabras de Ahed
Tamimi:
“Los palestinos
no necesitamos miradas de lástima, necesitamos apoyo”
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